SEAT presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1999, un
Toledo prototipo denominado CUPRA, que contaría con una estética más deportiva
y con mayores prestaciones de la berlina del Segmento C de la marca, que
compartiría salón con el SEAT Fórmula.
El Toledo CUPRA contaba con una estética
más llamativa que la familia Toledo, presentada en su segunda generación en el
Salón del Automóvil de Paris de 1998. Así que contaría con unos nuevos
paragolpes delanteros similar al que incorporó el León CUPRA presentado en el
año 2000, pero a diferencia de este montaba las rejillas inferiores del color
de la carrocería, suprimieron las molduras laterales del modelo, por otro lado
destacaba las taloneras laterales y un paragolpes trasero con el tubo de escape
central algo que incorporaría en un futuro el modelo más pequeño de la gama el
Arosa 16V y por último el modelo contaba con las ópticas traseras de color
rojo.